Piazza della Repubblica, Roma

   Después de unos días desconectada de todo porque he estado un poco malita, vuelvo a publicar tirando de archivo, de un archivo que me gusta muchísimo y que seguiré publicando hasta que termine.

   Roma es una ciudad en la que pasear es todo un placer porque todos los rincones son preciosos y todas las fotos parecen postales. Hoy vamos a pasear por la Piazza della Repubblica (Plaza de la República) y alrededores. En esta plaza podemos ver la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires que está integrada en las antiguas Termas de Diocleciano y que es uno de los edificios de Roma que más me gustan.

   Desde la Plaza de la República parte la Vía Nazionale que lleva hasta la Piazza Venezia, en pleno centro de la ciudad, y como todo en Roma está muy cerca y se puede ir caminando a todos los sitios, aunque se corre el riesgo de agotarse porque todo está al lado y, como ya os he dicho en otras ocasiones, desde un monumento ves otro y otro y otro y así todo el día, hasta que han pasado 8 horas y ya no puedes caminar más porque te duelen los pies y la espalda.

   En el centro de esta plaza veréis la Fuente de las Náyades y en ellas están representadas la Ninfa de los Lagos (sosteniendo un cisne), la Ninfa de los Ríos (estirada sobre un monstruo de río), la Ninfa de los Mares (montada sobre un caballo que simboliza el mar) y la Ninfa de las Aguas Subterráneas (inclinada sobre un extraño dragón).

   Y justo enfrente de la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires hay una gran zona portificada en recuerdo de las antiguas construcciones que se encontraban en este lugar en tiempos de Diocleciano.

   Y después de toda la clase que historia que doy siempre que hablo de Roma os diré que es esta zona de la ciudad no es tan turística pero para mí es igual de preciosa que el resto porque y además, es muy tranquila (en comparación con el resto de la ciudad) por lo que es un lugar perfecto para pasear y descansar.

   Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.

   Un beso,

   Patricia